miércoles, 16 de septiembre de 2015

Un cuento del futuro

Ella es una transgénica
Por Mario Ramirez Centeno

Ya todos comemos trasgénicos, si no es directamente es por polinización desde campos transgénicos.
No es por eso. Ella en si misma es una trasgénica, es una mutada. La diseñaron como prostituta espacial. Sus ojos, sus pezones y la entrada de su vagina brillan en la oscuridad por unos genes de anémona que le insertaron antes de nacer, nada más que se les escapó.
Les salió re'buena.
Cásate con ella, anda buscando marido, aunque ya sabes: la cabra siempre tira pal' monte.

NO ES LO MISMO, ando contigo porque me gustas no porque quiera que nos casemos.
Dicen tantas cosas de los dos.
Que digan misa, lo importante es que nos queremos aunque no nos casemos.
Hay culeros que quieren meterte al zoológico, que ese es tu lugar, pues creen que eres igual de venenosa que una anémona.
Pendejos, yo no soy como las 'burras', esas muchachas mutadas para tener sexo con 'pitos largos', esas si aguantan hasta la de un burro. Esas si sufren para encontrar quién las llene. Hay algunas que tienen la mitad del cuerpo de burra y la otra mitad de mujer. Ideales para tenerlas exhibidas para 'pitos largos' y depravados.
Bueno yo te quiero también porque eres buena gente. No nada más por tus ojos verde fosforescente, sino porque fuiste sincera conmigo. Además porque te gusta cuidarme.
Si hasta pareces mi hijo y no mi viejo de lo chiqueado que te tengo. Nada más no me vayas a salir con quieres hacerme en ceviche y escabecharme porque te chingo re' cabrón.
¿Me das chichi?

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